Mientras haya quintos en oferta para sobrellevar que el viernes aún está lejos me conformo.
No necesito que siempre me quede París. Reivindiquemos lo simple. Y si está al ladico y a precios populares, mejor. Felicidad compartida por un euro. Qué ganas tengo de que llegue mañana... Y qué vergüenza que haya pasado más de un mes sin poner na de na...
En fin, un pequeño homenaje al oro que no nos encadena y que semana a semana nos une de nuevo en ritual para celebrar que, símplemente, estamos vivos. Y eso hay que celebrarlo!!!
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